Solución a la problemática en el enfoque social, medios de comunicación y factores de influencia externa.


Otro aspecto a tener en cuenta es el papel que juegan los medios de comunicación masivos, si bien es cierto que no se pueden antagonizar respecto a su influencia en la construcción de los valores de la familia y aunque no motivan al comportamiento delictivo, estos pueden determinar el contenido de los delitos. Es común observar cómo se presentan modelos de conducta que las mentes delictivas preparadas están muy dispuestas a aceptar. Una sociedad en la que a los jóvenes se les induce a creer que divertirse es la principal finalidad de la vida, relega todo criterio respecto a la restricción moral y la responsabilidad personal, donde la autoridad de los padres, profesores, la Iglesia y gobernantes es sistemáticamente criticada o motivo de burla, por lo cual la ausencia de principios en relación a las acciones, conlleva a desatar la delincuencia. Diariamente vemos como los medios audiovisuales, proyectan la imagen de felicidad entorno al dinero, proyectando la idea de que todo el mundo puede enriquecerse a costas de ser un maleante “sin Dios ni ley”, esto sumado al creciente ausentismo de las figuras paternas, enfoca toda la atención y capacidad de aprendizaje del joven en lo que proyectan los medios, generándole un estereotipo a seguir. Así mismo las redes sociales y el nuevo modelo social de interacción, exige a los jóvenes a vivir en un mundo donde prevalecen las superficialidades y no la integridad personal como constituyente de una persona, por tal razón los niños y adolescentes, tratan de conseguir objetivos vanos sin importar los medios, encontrar un status y alcanzar la dicha de ser reconocido. Por tanto se propone aplicar estrategias que sensibilicen a la juventud y la orienten de una forma más constructiva, promulgando la importancia de los valores, de la familia y los principios que debe tener una persona en el hecho de ser un elemento valioso para la sociedad, todo esto a través de los mismos medios de comunicación, inicialmente es crucial que de parte del gobierno se establezca restricciones claras sobre el contenido que se emite, evitando continuar con la propagación de ideas nocivas, asimismo se debe empezar a gestionar una transformación colectiva de nuestra cultura, desapegar del colombiano los sentimientos dañinos y enfocar la identidad del ciudadano como se hace en países como Japón, donde se establece que los valores son lo primero que caracteriza a una persona  y deben ser practicados a diario, donde la delincuencia no sea un sinónimo de la cultura, sino que se crea en el hecho de no hacer a los demás lo que no quieres que te hagan a ti, todo esto se logra garantizando la igualdad y la democracia en todo el sentido de la palabra, ofreciendo oportunidades de educación, salud, empleo con un sentido participativo; la construcción de la sociedad también es responsabilidad del estado y es este quien debe aportar como el organismo de mayor poder, las condiciones para que la familia y los valores se fortalezcan, para que la población enfoque el pensamiento en concepciones más sensibles, monitoreando, apoyando y promoviendo iniciativas tanto administrativas como legales. En un país si se logra estabilidad emocional y social de parte de la población, es muy probable que no haya delincuencia. Por el contrario, la delincuencia es más alta en las comunidades inestables o socialmente desorganizadas.

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