Solución a la problemática en una postura rígida y su relación con las demás estrategias de construcción social.



En otro sentido, tomando una postura rígida, en base a la percepción de un panorama menos positivo, se puede sugerir la orientación de la justicia hacia horizontes más rígidos. Si bien es cierto que en un principio se debe hacer énfasis en la construcción de sociedad de una forma sensible, existe la posibilidad de que la labor social, enfocada hacia medios más humanitarios, no brinde indicadores de progreso alentadores, por lo tanto, se debe optar por un endurecimiento de penas en simultaneo con las demás estrategias. En muchos casos los jóvenes, impulsados por sus motivaciones y deseos, infringen las leyes y en ocasiones atentan sobre la integridad física y económica de las personas, esto hace comprender que tienen un nulo concepto de obediencia a cualquier tipo de autoridad, y en este sentido se dan conflictos incluso intrafamiliares, donde los padres desesperados, acuden a las instancias judiciales para pedir que sus hijos sean disciplinados mediante la coerción de una autoridad con jurisdicción, paradójicamente este fenómeno genera mayores índices de violencia domestica al aumentar los desentendimientos y proliferación de sentimientos nocivos. El panorama negativo que engrosa sustancialmente, tiende a impulsar a la juventud a buscar refugio en escenarios menos formativos, correspondientes a la calle y las pandillas en las cuales encuentran su identidad; por tanto, en estas circunstancias las conductas delictivas tienden a presentarse con mayor regularidad. Entre tanto de requerirse tomar cartas en el asunto de forma trascendental, la gestión de la legislación constituye una herramienta eficaz, veamos los siguientes ejemplos de países desarrollados en la tarea de eliminar la delincuencia juvenil mediante estas vias: Gran Bretaña, tiene políticas muy severas en cuanto a la imposición de penas, al involucrar tanto a los padres como a los jóvenes en la responsabilidad de resarcir y pagar por los errores, a partir de los 12 años los jueces pueden condenar a los menores y remitirlos a centros de seguridad especializados para ser reeducados, ahora bien, haciendo un aparte, en este enfoque es importante destinar esfuerzos y recursos por parte del estado para la reintegración a la sociedad de forma eficiente y asertada de estos jóvenes. En USA  en 27 de 50 estados no existe edad mínima penal, así mismo en 38 de los estados se pueden ejecutar criminales desde los 16 años, sin embargo el sistema judicial a su vez está articulado con un sistema de programas para el desarrollo integral, brindándole a los jóvenes la oportunidad de participar y/o reintegrarse de formas constructivas, vinculándolos al deporte, arte, educación y trabajo en un intento de rescatar al menor de un destino desalentador. Asimismo Polonia, implemento la estrategia de vigilar la actividad de los jóvenes cuando estos están teniendo comportamientos sospechosos o noctámbulos, de tal forma que pueden interrogar a los jóvenes y sus padres, llegando al punto de tomar cartas en el asunto de ser necesario en formas institucionales y hasta judiciales. Finalmente, con el ánimo de no extender tanto el contexto, veamos como Japón siendo uno de los países mas seguros del mundo, redujo la edad minima penal de 16 a 14 años, esto tiene una explicación y es que culturalmente la delincuencia no hace parte de su naturaleza por lo tanto es importante no dar cabida a los males. Bien, entonces concluyo con lo siguiente, es importante que conformemos una sociedad incluyente, justa y enfocada a mejorar las condiciones de vida de las personas en este caso de los jóvenes, para no empujarlos a tomar medidas desesperadas por la motivación de sobrevivir, sin embargo me parece justo tanto por el estado, como por toda la sociedad que se trabaje en articular los entes institucionales sobre la infancia con los judiciales, se requiere urgentemente de la rehabilitación de la juventud, de trabajar en un ámbito multidisciplinar, pero de la misma manera es importante erradicar la cultura de la delincuencia en nuestro país y los promotores de esta labor son las políticas y las leyes, no llevada a los extremos como en Singapur, pero si enfocada a encauzar a los jóvenes en el principio de utilidad para la humanidad, de optar por esta solución se deben fundamentar dos conceptos una sociedad disciplinada y desarrollo solidario.

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